sábado, 25 de abril de 2015
Tristeza
Cuando surge la tormenta, la felicidad se disipa. ¿Por qué cargar con
una culpa que no nos pertenece? Me hace daño el tiempo que se contrae en
la paz y se dilata en los peores tiempos. Todo el tiempo suplicando por
una palabra de aliento que me levante, y recibo un golpe que me
quiebra. Veo lejano el firmamento, allí se escapa mi esperanza...
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